Los poetas clásicos relatan cómo Venus se hiela sin la concurrencia de Ceres y Baco. Es decir que eso de “contigo pan y cebolla” no es muy verídico, pues el amor se enfría si no se dispone de recursos para vivir con tranquilidad, si no se tienen alimentos (Ceres) y buena bebida (Baco).
En esta obra Rubens muestra a Venus de espaldas ensimismada y a Cupido acurrucado a sus pies, y aunque le han tapado con una tela, está aterido de frío hecho un ovillo. En su ayuda acude un fauno que le ofrece una bandeja de frutas.