"Alicia le desenredó cuidadosamente el cepillo, y trató de arreglarle el pelo lo mejor posible. "¡Bueno, ahora tenéis bastante mejor aspecto!", dijo, tras cambiarle de sitio la mayoría de los alfileres. "¡Pero la verdad es que deberíais tener una doncella!".
-¡Por supuesto, te contrataré encantada! -dijo la Reina-, a dos penique la semana, y mermelada cada dos días.
Alicia no pudo por menos de reírse, mientras decía: "No quiero que me contratéis... y no me gusta la mermelada".
-Es una mermelada muy buena -dijo la Reina.
-Bueno, de todos modos hoy no me apetece.
-Hoy no la tendrías aunque quisieras -dijo la Reina-. La regla es: mermelada ayer, mermelada mañana... pero no hoy.
-Pero de vez en cuando debe haber "mermelada hoy"- objetó Alicia.
-No; no puede ser -dijo la Reina-. La mermelada toca al otro día; como comprenderás, hoy es siempre éste."