"-En cuanto a vos- prosiguió, volviéndose furiosa hacia la Reina Roja a la que consideraba causante de todo el alboroto... pero la Reina ya no estaba a su lado: se había reducido súbitamente al tamaño de una muñeca, y estaba ahora sobre la mesa, dando vueltas alegremente, persiguiendo su chal, que arrastraba tras de sí.
En cualquier otro momento, Alicia se habría sorprendido del cambio; pero ahora estaba demasiado excitada para que la sorprendiese nada. "En cuanto a ti", repitió, cogiendo al pequeño ser en el mismísimo instante en que saltaba sobre una botella que acababa de posarse en la mesa, "¡Te voy a sacudir hasta convertirte en gatita, ahora verás!"
La quitó de la mesa mientras hablaba, y la sacudió adelante y atrás con todas sus fuerzas.
La Reina Roja no ofreció ninguna resistencia; pero su cara se hizo muy pequeña, y sus ojos se volvieron grandes y verdes; y mientras Alicia seguía sacudiéndola, ella seguía haciéndose más pequeña, y más gorda, y más suave, y más redonda... y...
... y en realidad resultó ser una gatita, después de todo."