"De todas las cosas extrañas que Alicia vio en su viaje a Través del Espejo, ésta fue la única que recordaba con claridad. Años después, podía evocar perfectamente toda la escena, como si hubiese sucedido tan sólo el día anterior: los ojos azules y la sonrisa beatífica del Caballero, el sol poniente brillando a través de sus cabellos y reflejándose en su armadura en una llamarada de luz que la deslumbraba... el caballo deambulando con las riendas sobre su cuello, triscando la yerba a sus pies, y las oscuras sombras del bosque detrás... todo esto lo abarcó ella como un cuadro, protegiéndose los ojos con una mano, apoyada contra un árbol, mientras observaba a la extraña pareja, y escuchaba en una especie de ensueño la música melancólica de la canción."