Ejercicio de confinamiento nº 5. El juicio de Paris. Fragmento 1 (Rubens)
Ejercicio de confinamiento nº 5. El juicio de Paris. Fragmento 1 (Rubens), 2020
Sobre la obra de P.P. Rubens, El juicio de Paris (1639), óleo sobre tela, 199x381 cm. Museo del Prado, Madrid.
Acuarela sobre papel.
30 cm. x 40 cm.

Príamo, rey de Troya fue avisado por el sueño de su mujer (Hécuba) de que su hijo Paris sería origen de la destrucción de su ciudad. Príamo lo mandó matar cuando era un bebé, pero Hécuba logró rescatar a su hijo y lo entregó a unos pastores para que lo criaran, convirtiéndose en un apuesto y guapo joven, que aunque sin una educación sofisticada tenía una gran inteligencia y discernimiento.

Ahora viene la famosa historia: Resulta que en el banquete de la boda de Tetis y Peleo, la Discordia, enfadada por no haber sido invitada, lanzó una manzana de oro encima de la mesa con la inscripción “Para la más bella”. Atenea, Afrodita (Venus) y Hera se lanzaron a coger la manzana afirmando cada una que iba destinada ella. La disputa fue subiendo de tono hasta el punto que Zeus, dios de dioses y esposo de Hera, no osó participar en el litigio como juez, si no que decidió dejar la elección a Paris, que tenía fama de hábil y ecuánime, enviando a Hermes, mensajero de los dioses, a acompañar a las diosas a la presencia de Paris para que él decidiera. Paris decidió que Venus era la más hermosa, ganándose su favor y también el odio sempiterno de las otras dos.

En esta obra, Rubens representa a Paris con el cayado de pastor, pensativo y concentrado, y a Hermes explicándole el problema con la “manzana de la discordia” en la mano.

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