Habían profetizado que de los amores de Zeus y Metis, diosa oceánica, nacería un hij@ que llegaría a sustituirlo como dueño de Universo. pero eso no hizo a Zeus rehusar la relación, sino que después de seducir a Metis se la tragó sin vacilar para evitar tener descendencia con ella. Cuando pasó el tiempo de lo que hubiera sido la gestación del bebé, Zeus sintió un fuerte dolor de cabeza y pidió a Hefesto (Vulcano), dios del fuego y la forja, que le golpease la cabeza con un hacha, así lo hizo Hefesto y de la herida surgió Atenea completamente armada ante los ojos atónitos de los demás dioses. Atenea es la diosa guerrera, pero a diferencia de Ares, que personifica la fuerza bruta, sus batallas y conflictos los resuelve utilizando la inteligencia y la estrategia.

Afrodita o Venus es la diosa del amor y de la fecundidad, nacida de la espuma del mar. Esposa de Hefesto, amante de Ares y de muchos hombres, incapaz de resistir su impulso amoroso.

Hera es la esposa de Zeus, amante sufridora de todas las infidelidades de su marido, que nunca olvida y de las que se venga antes o después. Su rasgo fundamental es su matrimonio con Zeus, que simboliza la unión del cielo y la tierra, siendo el elemento femenino de las leyes del Universo, mientras que Zeus simboliza las masculinas.

En esta parte de la obra de Rubens, las tres gracias: Atenea, Afrodita y Hera están delante de Hermes y Paris. La decisión está claramente representada pues mientras Atenea se quita la túnica que la cubría y Hera todavía se tapa con su toga de terciopelo púrpura, color que simboliza la realeza, Venus Afrodita muestra impúdica su desnudez mientras un cupido se sube a su pié y otro la corona con una guirnalda de flores.