Las leyendas de la mitología clásica casi siempre tienen dos componentes, la muerte y el sexo. A la fantástica historia de hoy hace unos años, muchos aunque no tantos, la censura la habría calificado de 3R. Empiezo. Al principio de todo Urano o el Cielo se abrazaba a Gea, la Tierra, y de un abrazo amoroso que duró millones y millones de años nacieron los primero seres, las montañas, los ríos, los mares... el mundo. Pero Urano nunca se saciaba y por las noches y en los días nublados se tendía sobre Gea quisiera ella o no, molestándola con su enorme falo. Gea entonces pidió a Cronos, uno de sus hijos que la liberara de su torturador. Cronos así lo hizo, y con una gran hoz cortó los genitales de su padre y sin preocuparse de donde caían los tiró al mar. Castrando a Urano Cronos creó la brecha que separó para siempre cielo y tierra permitiendo el comienzo del tiempo y del devenir humano. Pero continuemos con la historia de Venus-Afrodita. De las gotas de sangre que cayeron sobre la tierra nacieron las Erinias también llamadas Furias, diosas de la venganza. Y cuando el miembro viril de Urano tocó el agua salió una espuma cada vez más corpórea mientras el viento la empujaba hacia la orilla iba surgiendo Afrodita, la diosa del amor. Hesíodo en su Teogonía lo explica: "Vino el poderoso Urano conduciendo la noche, se echó sobre la tierra ansioso de amor y se extendió por todas partes. El hijo, saliendo de su escondite, logró alcanzarle con la mano izquierda, empuño con la derecha la prodigiosa hoz, enorme y de afilados dientes, y apresuradamente segó los genitales de su padre y luego los arrojó a la ventura por detrás. (...) En cuanto a los genitales, desde el mismo instante en que los cercenó con el acero y los arrojó lejos del continente en el tempestuoso ponto, fueron luego llevados por el piélago durante mucho tiempo. A su alrededor surgía del miembro inmortal una blanca espuma y en medio de ella nació una doncella." Así Afrodita o Venus es la hija del cielo, una de las primeras diosas y como no podía se de otra forma mantuvo apasionados romances con dioses y humanos. Aparece en todas las leyendas donde interviene el amor y la pasión. Se casó con el más feo y torpe de los dioses, con Hefesto o Vulcano engañándolo una y otra vez, la fidelidad no era una de sus virtudes, lo suyo era amar y la contención sexual no estaba en su naturaleza. Con su marido no tuvo descendencia pero alumbró a varios hijos fruto de sus amores divinos y humanos.
La obra de Cornelis de Vos representa a la diosa saliendo del mar, ya en la orilla, Venus Anadiomene porque se retuerce la melena para enjugar el agua, mientras un tritón hace sonar una caracola para anunciar el acontecimiento, acompañado de Neptuno el dios del mar y su esposa Anfítrite que le ofrece un collar de perlas. El estilo de Cornelis de Vos es muy parecido al de Rubens, pero su paleta es más monocroma y su pincelada no es tan vigorosa como la del maestro.